Este es un espacio abierto a la libre participación de aquellos que eligieron trabajar en el quehacer antropológico. La grave situación de nuestro país obliga a dejar la mera espectación del "estudioso" y avanzar hacia el acompañamiento y participación en las justas causas enarboladas por los pueblos mexicanos contra el neoliberalismo y el oscurantismo fascista. Asimismo, la historia es un arma para sostener nuestra identidad y aprender de procesos sociales pretéritos, por ello también debemos defender decididamente el Patrimonio Cultural (artístico, intangible, arqueológico e histórico). Recordemos que la ultraderecha teme a la ciencia, las artes, la memoria histórica de los pueblos y a la educación pública laica. Hemos pensado que una de los primeros obstáculos a vencer es el cerco informativo. Aquí podrás denunciar toda injusticia cometida en el ámbito de tu desempeño laboral o académico contra etnias y grupos sociales vivos o pretéritos; también convocar a acciones concretas o participar con una reflexión crítica, ensayo o texto teórico útil para la formación de cuadros. AQUÍ TODAS LAS IZQUIERDAS TIENEN CABIDA: DISERTAR Y DISENTIR NO SE ESCRIBEN CON "D" DE DIVISIÓN

jueves, julio 24, 2008

Comunicado de las mujeres agredidas por Onésimo Hidalgo Domínguez

A LAS MUJERES Y HOMBRES QUE CREEN
Y LUCHAN POR LA JUSTICIA Y DIGNIDAD:

Agradecemos a las personas y organizaciones que han creído en nuestra palabra, que nos han acompañado y apoyado en consecuencia con sus acciones, en favor de la lucha por la verdad y justicia, y que se han solidarizado con nuestra causa.

Somos tres de las mujeres agredidas sexualmente por Onésimo Hidalgo Domínguez y consideramos que es el momento de alzar la voz para ser escuchadas, porque nunca es tarde para romper el silencio.

Queremos compartir nuestra palabra públicamente para que las mujeres que están viviendo en silencio la violencia sepan que no son las únicas y que cuando unimos nuestros corazones nos fortalecemos para acabar con esta violencia que vivimos y destruye tanto nuestras vidas.

En nuestro caminar hemos descubierto que la justicia es un derecho por el cual hay que luchar empezando desde nuestros propios espacios cotidianos y experiencias. Queremos parar la impunidad de los agresores como Onésimo Hidalgo. Creemos que es el momento de impedir que las mujeres sigamos siendo agredidas impunemente y hemos decidido no permanecer calladas nunca más.

Deseamos que las historias de abusos y violaciones sexuales hacia las mujeres no sean condenadas al olvido y a permanecer en la soledad y en el sufrimiento de la intimidad del espacio privado, porque eso permite seguir reproduciendo este orden social que nos lástima particularmente más a las mujeres.

Queremos que nuestro mensaje llegue especialmente a las mujeres de las organizaciones civiles, sociales y de comunidades indígenas pues sabemos que hay otros casos de agresiones sexuales que han sucedido y siguen ocurriendo de parte de quien menos lo esperamos, de personas en las cuales se ha depositado la confianza y ocupan una posición de poder mayor que nosotras, lo que nos hace vulnerables a los abusos de estos hombres.

Nuestras experiencias son diferentes, hostigamiento sexual, intento de violación y violación. Son diferentes pero igualmente destructivas en nuestras vidas. La impotencia, el miedo, el enojo, la tristeza que a veces llega a ser depresión, la desesperanza. Estos son sentimientos que tuvimos al vivir las agresiones y que seguimos teniendo, que nos quitan energía para realizar los sueños y proyectos de vida que teníamos antes de estas agresiones.

Las consecuencias en nuestras vidas también son diferentes, pero igualmente negativas. El insomnio, la falta de confianza en los hombres; las pesadillas que no nos dejan tranquilas, los sueños traumáticos que nos despiertan con esa angustia en todo el cuerpo, el terror de encontrarnos con Onésimo en la calle o en lugares públicos. Nos ha costado perder el trabajo o cambiar de ciudad para evitar encontrarnos con Onésimo.

Todo esto lo podemos enfrentar y ahora denunciar públicamente porque somos mujeres fuertes, porque es parte de nuestro proceso de recuperación. Sin embargo, necesitamos el respeto, el acompañamiento, la confianza en nuestra palabra, la solidaridad, oídos y corazones abiertos para que este proceso nos fortalezca en lugar de debilitarnos.

Juntas hemos contactado a otras mujeres que también han sido víctimas de Onésimo. Poco a poco nuestros corazones se han fortalecido para denunciar a Onésimo, pues no es justo que nosotras y las otras mujeres que hemos luchado por la libertad y justicia nos encontremos a lado de personas como él, que nos dañaron e intentaron cortar nuestras alas. Decidimos salir y sanar, por eso nos atrevimos a romper el silencio.

Cuando leímos sus testimonios, supimos que no somos las únicas, que hay otras mujeres y queremos decirles que no están solas, que nosotras las entendemos, que busquen ayuda, que lo platiquen en sus espacios de confianza. Les enviamos un abrazo, porque al conocer sus testimonios esa fue una de las reacciones, querer abrazarlas y encontrarnos, conectarnos con lo que hemos vivido y sentido. Respetamos su decisión de guardar silencio, al igual que esperamos respeto hacia nuestra decisión de hablar.

Atreverse a romper el silencio cuesta mucho trabajo, pues la vergüenza y el miedo de ser señaladas por la sociedad pesa mucho, tememos expresiones y juicios como: “pobrecita, miren ahí está la violada, la acosada o la abusada.”, “si no dijo nada es que no quiso defenderse, ella tiene la culpa”, “¿será cierto?” Como fuimos víctimas, estuvimos vulnerables como para permitir ser juzgadas cuando el que debe ser juzgado es el agresor.

Onésimo Hidalgo, haciendo uso de la confianza depositada en la institución en que trabajaba y en su trayectoria política de izquierda, a favor de la población pobre y de los zapatistas, ha cometido durante muchos años las más reprobables atrocidades contra mujeres.

Con nuestra palabra queremos poner un alto a la actividad criminal encubierta de labor altruista y social de ese señor. Confiamos en que nuestra palabra será escuchada por las organizaciones sociales que trabajan para construir la dignidad, la paz y la justicia a favor de los derechos humanos y de los pueblos indígenas.

Esperamos que nuestra experiencia pueda ayudar para que nunca más vuelvan a ocurrir hechos de violencia en nuestros espacios alternativos, pues no lo serán realmente si con el silencio somos cómplices de los delitos de algunos integrantes, compañeros y líderes de nuestras organizaciones.

Nuestros nombres no aparecen en este documento por razones de seguridad, pero contamos con el respaldo de personas y organizaciones que confían en nuestra palabra y lo han firmado.
-- Compañeras del Observatorio de GéneroMarla Gutiérrez, Guadalupe Cárdenas, Lula Pérez, Gladis Alfaro, Marissa Revilla, Martha Figueroa, Marta Mendoza, Adela Bonilla, Nieves Capote, Adriana Luna, Adriana Alcázar, Norma Iris Cacho, Yolotzin Aguirre, Yolanda Castro, entre otras
ogenero@gmail.com
-- "Mi cuerpo es mi territorio, mi libertad y mi responsabilidad"

Comunicado de La Otra Jovel, sobre la detención de Víctor Manuel Escobar en Cruztón, Venustiano Carranza, Chiapas

COMUNICADO DE LA OTRA JOVEL, SOBRE LOS HECHOS QUE DERIVARON EN LA DETENCIÓN DE NUESTRO COMPAÑERO VÍCTOR MANUEL ESCOBAR, EN LA COMUNIDAD DE CRUZTÓN, MUNICIPIO DE VENUSTIANO CARRANZA, CHIAPAS.
A 23 de julio de 2008

Hechos (Narrados por los observadores de Derechos Humanos, presentes en el lugar)
A las 7.30 horas, un grupo de observadores de Derechos Humanos Internacionales, adherentes a la Otra Campaña y los hombres y mujeres de la comunidad de Cruztón, nos dirigimos a la milpa para que los hombres pudieran trabajar en ella y limpiar el manantial. Debido a agresiones anteriores, se solicitó nuestra presencia mientras se realizaba la tarea de limpieza. Nuestra función consistió en observar y documentar las posibles agresiones y violaciones de Derechos Humanos que pudieran ocurrir.

Llegando a la milpa, nos dividimos en tres grupos: uno con los trabajadores que limpiaron el manantial y luego trabajaron la milpa, y otros dos grupos con las mujeres, que se situaron entre el campamento de los policías y civiles (campesinos priístas de la comunidad de San José Cerro Grande I, que disputan la propiedad del predio), y el grupo de hombres que trabajaban la milpa. A las 8.20h, un grupo de policías se acercó al primer grupo de mujeres para preguntar el motivo de nuestra presencia en el predio. Las compañeras y compañeros contestaron que sólo venían a limpiar: “sólo venimos a trabajar, no venimos a agredir a nadie, y pedimos ser respetados”. Un miembro de la policía respondió que “esta es una nación libre en la cual no se prohíbe a nadie pasear”, y manifestó que su función es sólo la de protección y evitar confrontaciones entre campesinos. Al mismo tiempo, otro policía iba preguntando los nombres de las personas y diciendo que “habrá que mirar si alguien tiene órdenes de aprehensión” y que llegarían helicópteros de refuerzos.

La mañana transcurrió sin más incidentes y los hombres pudieron limpiar el manantial y trabajar en la milpa. A las 12.30h terminó la jornada de trabajo y nos juntamos en el manantial para hacer un descanso. Allí tuvimos noticia de la llegada de refuerzos y se decidió regresar rápidamente a la comunidad para evitar cualquier tipo de enfrentamiento o confrontación.

En la comunidad, cuando los observadores estábamos comiendo, a las 14.30h, nos avisaron de que policías se estaban acercando y pidieron nuestra presencia. Fuimos a un pequeño cerro situado dentro del territorio de la comunidad que limita con el predio disputado. Desde ese punto, pudimos ver como numerosos policías estaban rodeando el cerro y tomando posiciones. Los acompañaban civiles y el Fiscal del Distrito Centro. El comandante de la policía informó de la presencia del “Ministerio de Justicia” y preguntó si alguien quería bajar a hablar con él, pero se decidió que no. Los policías iban armados y llevaban varias cámaras de video, con las que estuvieron grabando un rato.

A las 15 en punto el Fiscal del Distrito dio la orden a los policías de concentrarse y subir al cerro. Mientras subían, el comandante gritó “¡agarren a los gringos!”. Ante la amenaza –pues supusimos que se dirigía a los observadores-, quisimos retirarnos, pero no dio tiempo a marcharse y ya agarraron a Víctor Manuel Escobar y a otro observador. Víctor Manuel se encontraba de pie con las manos en alto y manifestó que estábamos allí pacíficamente, pero de todos modos se lo llevaron sin que él opusiera ninguna resistencia. Eran exactamente las 15.05. Mientras se lo llevaban, el Fiscal siguió dando órdenes de detener a los observadores y quitarles las cámaras de video y fotografía. Las mujeres preguntaron el porqué de su presencia y el Fiscal dijo enojado “no debieron meter a los gringos en eso”. Al mismo tiempo, empezó a agredir a gente de la comunidad, así como a observadores, empujándoles hacia los policías para que se los llevaran. Llegó el punto en que el Fiscal agarró una pala que se encontraba en el suelo y empezó a golpear a una persona de la comunidad, que cayó al suelo indefensa. Otra persona de la comunidad quiso sujetar al Fiscal para detener la agresión, pero se resbalaron y ambos cayeron rodando cerro abajo. Mujeres de la comunidad se acercaron a los policías tratando de dialogar y evitar que se llevaran a más gente, pues estaban agarrando a todos los observadores que estaban en el lugar. Viendo la caída del Fiscal y que la gente estaba preocupada porque se habían llevado a un observador, Víctor Manuel Escobar. El comandante quiso calmar la situación y empezar a dialogar. Afirmó que a cambio de la radio que habían perdido, “les devolvemos a los señores”. Mientras tanto, el resto de policías iba retrocediendo lentamente. Viendo eso, la comunidad no confió en que iban a cumplir su palabra. Los policías se replegaron y se fueron hacia abajo. La gente de la comunidad gritó “devuélvanos a nuestro compañero” y el comandante, en respuesta, le quitó el arma a un policía y empezó a disparar. Todos empezamos a correr. Luego nos dimos cuenta que era gas lacrimógeno por el escozor en los ojos, cara y garganta. Contamos aproximadamente nueve disparos y encontramos siete cartuchos de gas.

Para finalizar su retirada, escuchamos disparos al aire.

A esta asamblea de La Otra Jovel se comunicó el compañero Víctor Manuel Escobar, quien refiere que: el vio llegar a la camioneta donde lo tenían esposado, a una persona lastimada. Y ya en la cárcel, se enteró que era el agente del Ministerio Público, del que lo acusan haber lesionado.

Ante estos hechos DENUNCIAMOS:
1. La invasión de la comunidad Cruztón, por parte de los miembros de la Policía Estatal Preventiva y Ministerio Público.
2. La violencia con la que dicho cuerpo de seguridad incursionó en la comunidad amenazando a hombres, mujeres y niños, campesinos y observador@s de la Otra Jovel desarmados.
3. La detención arbitraria e injustificada de nuestro compañero Víctor Manuel Escobar, adherente de la Otra Campaña en San Cristóbal de las Casas.
4. La agresión cometida contra Adulfo Pérez Vázquez, campesino de la comunidad de Cruztón, que fue empujado por la falda del cerro por el fiscal Carboney, provocándole una herida en la cabeza.
5. La intimidación de la que fue objeto toda la comunidad de Cruztón y los adherentes de la Otra Jovel que acudimos allí de manera pacífica, en calidad de observador@s

Condenamos:
1. La violencia y el arresto que sufre el compañero Víctor Manuel Escobar, adherente de la Otra Campaña en San Cristóbal de las Casas.
2. Las agresiones físicas y morales hacia los miembros de la comunidad (aclarando que además del compañero Adulfo, existen otras compañeras y compañeros con lesiones) al igual que las recibidas por los observadores de la otra Jovel.

Exigimos:
1. La liberación inmediata e incondicional de nuestro compañero Profesor Víctor Manuel Escobar, adherente a la otra campaña.
2. Cese inmediato a la violencia contra los habitantes de la comunidad de Cruztón y que se respete su derecho legítimo de poseer su territorio.
3. Se proceda a la reparación de daños causados en agravio de la comunidad Cruztón.


¡Libertad a los presos políticos y de conciencia!
¡La tierra no se vende, se trabaja y se defiende!
¡Viva la Otra campaña!


Asamblea de adherentes de la Otra Jovel

jueves, abril 03, 2008

Situación presos políticos Chiapas‏

A la Otra Campaña en todo México
A la Asamblea Nacional contra la Represión y por la Lucha Social
Les escribimos de manera urgente para comunicarles la delicada situación en la que se encuentran nuestros presos políticos en huelga de hambre y en ayuno en el estado de Chiapas.
Durante estos días hemos acudido a visitar a los compañeros presos,todos siguen con el ánimo bastante alto y dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias. Por otra parte, no dejan de entender que su estado de salud va en continuo detrimento y que esto es evidencia de que puede ser el final de sus días.
En días pasados se realizó en la Ciudad de Oaxaca un Foro de Articulación por la Libertad de Todos los Presos Políticos, mismo que tuvo su continuación en una reunión de amigos y familiares de presos, donde se acordó la creación de una instancia que pudiera retomar los principios vertidos en el documento elaborado por la Comisión Sexta y por varios adherentes el día 10 de junio del año pasado. De esta forma se conformó a grandes rasgos lo que ahora se llama la Asamblea Nacional contra la Represión y por la Lucha Social.
Dadas las circunstancias excepcionales que se vivían en nuestro estado, se invitó a todos los asistentes a impulsar una visita amplia para acudir a los tres penales en donde se encuentran nuestros compañeros en huelga de hambre y en ayuno. Asimismo hicimos extensiva la invitación a un foro y a un concierto que realizaríamos en esas mismas fechas en San Cristóbal de las Casas.
Informamos: Según la valoración que tuvimos en nuestra última reunión y considerando que para el próximo sábado los compañeros habrán acumulado ya un total de 36 días sin comer, resolvimos de forma urgente asumir con todas nuestras capacidades una movilización y acompañamiento masivo hacia las oficinas de gobierno de Tuxtla, que es donde los familiares de los presos han levantado un plantón indefinido.
Por lo que: Convocamos a sumar esfuerzos en este sentido, y extendemos la invitación tanto a nuestros compañeros de La Otra Campaña en todo el país y de la Asamblea Nacional contra la Represión y por la Lucha Social, a movilizarse a su modo y tiempo (ojalá pudiera ser durante este mismo fin de semana) para exigir atención inmediata a las justas demandas de los presos así como su libertad absoluta.
Apelamos: A su franca solidaridad para impulsar desde la Asamblea Nacional contra la Represión y por la Lucha Social la asistencia al plantón de familiares de presos en Tuxtla. Agradecemos su comprensión por la grave situación que viven nuestros presos y esperamos contar con su decidida asistencia para lograr juntos la libertad de todos y cada uno de los presos del país.
Fraternalmente,
La Otra Jovel Chiapas, México
Levántandose desde los penales, marzo 2008.

Ante la indolencia de las autoridades culturales y de los presupuestos para cultura; la tenacidad de un ciudadano

La Jornada 30/03/08
■ Héctor Delgado no sabe de arqueología ni de historia, pero ha dedicado 61 años de su vida a esa labor
Reúne sinaloense la mayor colección de piezas prehispánicas del estado
■ En su museo hay desde ollas, esculturas y collares hasta lo que asegura es una muela de mamut petrificada

Javier Valdez Cárdenas (Corresponsal)
Culiacán, Sin., 29 de marzo. Héctor Manuel Delgado ha recorrido las riberas de los 11 ríos de Sinaloa en busca de vestigios prehispánicos. Tiene 69 años de edad y 61 dedicados a hurgar en el suelo, aguas y árboles, en busca de cualquier vestigio arqueológico.
En sus casas, en las paredes, los pasillos, el patio, la sala y los cuartos hay trozos de historia, piezas de los grupos indígenas que poblaron la entidad. El Chino Billetero, como es conocido, ha montado un museo, a decir suyo, el más completo de Sinaloa.
–¿Cuántas piezas son? –se le pregunta.
Avanzando entre hachas, collares y urnas funerarias, contesta que “miles, millones. Y si no (cree), cuéntelas”, dice en son de broma, sin detener su paso.
Lo recolectado ya no cabe en los estantes. Uno de los muros está tapizado con piedras. Otros rincones mantienen apiladas hachas y cuchillos: basta con intentar sustraer una para que se venga abajo el improvisado muro.
En paredes, vitrinas, tablas y estantes hay de todo: hachas, ollas, urnas funerarias, collares, piezas de concha nácar, cuchillos, esculturas en miniatura, metates, malacates, sellos, vasijas, arcos y flechas, molcajetes, pipas, cuentas de collares y petroglifos.
Tiene una pieza que, según él, es una muela de mamut petrificada; una colección de piedras raras, policromáticas, multiformes y máquinas de coser, planchas y hasta un automóvil Plymouth, modelo 1936, que mantiene impecable.
No cupieron en una casa y en la misma calle Benito Juárez, en el primer cuadro de la ciudad, por lo que adquirió otra propiedad que opera como extensión de su museo.
Delgado Salas nació en La Puerta de las Canoas, poblado cerca de Mazatlán, pero desde niño fue traído a Culiacán. En uno de los salones de su casa hay una fotografía gigante de la primaria: él está ahí, con mirada inquieta, ávida de aventuras y de respuestas a sus preguntas.
“Empecé en las orillas del río Culiacán, pero también en el Humaya y el Tamazula; ahí me la pasé caminando, buscando, poco a poco, encontrando piezas, y desde entonces no he parado, no me he cansado”, recuerda.
En sus trajines, afirma, esperaba a que pasaran los campesinos barbechando la tierra para sembrar y al paso de la yunta y los bueyes seguían los suyos, para buscar entre los terrones y piedras las huellas de los grupos indígenas que antes habitaron la región.
También recorrió las riberas de ríos y zonas en las que supuestamente vivieron las tribus. Lo hizo con un rifle al hombro o con hilo y anzuelo esperando a que entre las aguas el pez picara, aguardando el momento en que se le atravesara una liebre, un venado o un conejo. Y así, en medio de esa espera y con la caza y la pesca como pretexto, rasgó la tierra y se topó con las piezas que ahora pueblan los pasillos de su casa.
“Mientras cazaba o pescaba, recolecté estas joyas de la historia, las piezas prehispánicas, arqueológicas, para que no se la llevaran los gringos, los extranjeros o los saqueadores que se la pasan vendiéndolas”.
Las piezas, aseguró, estaban a flor de tierra y no escarbó para obtenerlas: “yo no escarbo, yo junto lo que está a la vista, sin excavaciones ni nada”, insistió ante recientes reclamos de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que le han advertido que deje de escarbar y recolectar piezas.
El gobierno “no hace nada, no quiere invertir en museos ni en historia, no le interesa y ningún gobernador ni ninguna autoridad ha hecho nada para conservar estas piezas, pero tampoco dejan que uno lo haga. Yo llevo a cabo lo que es obligación del gobierno, pero sin ayuda oficial, sólo la de mis amigos, los colaboradores, la gente”.
Héctor Manuel Delgado Salas vende billetes de lotería. De ahí su mote de El Chino billetero. Nunca se casó y todo lo ganado lo ha invertido en su museo y en las aventuras recolectoras de historia: a eso atribuye no haber hecho vida con ninguna mujer ni dinero para otra cosa que no sea su museo.
“Todo lo he invertido en esto, en ir a pasearme y en seguir buscando”, dice, junto a sus colaboradores y amigos Ramón García Martínez y Pedro Montoya. Varios de sus clientes se han sacado la lotería y le han dado propinas de hasta 700 mil pesos y “todo está ahí, en estas casas, las vitrinas”.
No sabe de arqueología ni de historia. Tampoco cuántas piezas tiene ni su clasificación. “No leo porque no tengo tiempo; lo poco que tengo lo invierto en buscar y hasta me sirve de ejercicio. Es una pasión”.
Él sabe de Santa Cruz de Alahayá, Las Labradas, Aguaruto, Bacurimí, Chametla, El Limón de los Ramos y otros lugares con una riqueza arqueológica.
Su colección es visitada por niños de prescolar y primaria. En uno de los anuncios que recibe a los visitantes pide cooperación para sostenerla; el museo “más rico en joyas prehispánicas del estado de Sinaloa”.

jueves, marzo 20, 2008

Sobre las agresiones al pueblo Wixarita

La Jornada 23/02/08
Quieren seguir siendo como son
Ricardo Robles O.


Vaya, antes que otras palabras, una de admiración para los compañeros wixaritari, palabra que quiere ser también un saludo a su entereza.
Muchas veces los proyectos decididos desde otra cultura y oficinas lejanas, terminan por imponerse contra la voluntad indígena comunitaria. Los casos de actas falsas y asambleas amañadas, cuando no de sobornos a tres indígenas con cargo agrario, han sido frecuentes. En los ejidos y comunidades agrarias del país se recuerdan esos casos en que fue burlada la comunidad con formalidades falsas que luego exhibieron documentos legales como respaldo a las imposiciones. Eso, dicho sea de paso, es además prueba de la habilidad requerida en un funcionario. Saber timar a los indios es motivo de ascenso, dice la historia. De esta realidad, tenemos recuerdos y pruebas sobradas quienes hemos acompañado prolongadamente a las comunidades.
Por todos los indicios, tal parece ser el caso de los documentos exhibidos por las autoridades en los que legalmente consta que la carretera Huejuquilla-Amatitán fue autorizada por las autoridades agrarias de Santa Catarina Cuexcomatitlán. Así lo denuncian los comuneros. Ellos no aprobaron tal proyecto en sus asambleas. Han detenido el trabajo de la maquinaria pesada y en plantón impiden la construcción de la carretera.
Los wixaritari han dado sus razones, pero no son escuchados por los funcionarios, que han pasado a recitar su oferta de espejismos. Eso de sus sitios sagrados, de que el turismo invada sus celebraciones o que los ejércitos no respeten los centros ceremoniales, no son asuntos a considerar. Eso de que se propicie el saqueo de los recursos que las comunidades necesitan para seguir viviendo, puede pasarse por alto. Eso de la contaminación del agua y el medio ambiente, ni se registra ni se responde. Eso de que el pastoreo se dificulte y los accidentes se multipliquen, que el territorio comunitario quede dividido, que la inseguridad y el abigeato aumenten, etcétera, no son argumentos para los funcionarios. Ellos hablan de la carretera como un beneficio sin mal, indiscutiblemente tal, de facilidad de transporte de personas y productos, de agilidad para movilizar enfermos, hablan de beneficios económicos... hablan de lo que ellos necesitarían si vivieran en el territorio indígena y sólo con los recursos indígenas.
Quizá los gobiernos y sus agentes no pueden escuchar, y menos responder, porque no pueden comprender que los indígenas sean y quieran ser diferentes. Mientras los nuevos invasores hablan de explotar recursos, los indígenas hablan de cuidarlos. Los funcionarios ofrecen posibles beneficios económicos, los indios defienden sus tradiciones sagradas. Unos prometen un endeble futuro asalariado, los otros piensan su vida en libertad. Y mientras los indígenas captan y valoran los mensajes con siglos de experiencia, los otros los tildan de retraso, de ignorancia, de testarudez, porque no pueden comprender la cosmovisión india.
Verdad es que muchas veces las comunidades terminan cediendo. En parte por probar las ventajas y facilidades prometidas, en parte para no enfrentar en desventaja a los gobiernos. Es un antiguo mecanismo de resistencia condescendiente que los mantiene vivos pese a siglos de choque. Su cultura, como todas, va en transformación perpetua. Los cambios, de por sí, no son ganancia o pérdida, selectivamente los van adoptando al tratar de conservar el sentido hondo del vivir humano. Algunos ven los perjuicios que una carretera trae y pese a ello la aceptan o toleran.
Ahora los wixaritari, dignamente, se plantan en resistencia. Saben bien que los servicios de salud son falsos, porque así lo han vivido discriminados en clínicas rurales y urbanas. Hay casos bien recientes que son patéticos. Saben que las ganancias económicas serán para otros y no para ellos, que para ellos viene el despojo, el empobrecimiento mayor, la división sobre su unidad, el deterioro de su cultura, la profanación de lo sagrado, la pérdida de su hondo sentido de la existencia humana. Por eso quieren seguir siendo como son.
Mientras tanto, faltos de destrezas y herramientas interculturales, seguros en su fe financiera y corrupta, los gobiernos siguen sin entender. No oyen porque no quieren oír, ni quieren saber cómo.
Sólo falta que también ahí, en la zona huichola, implementen su guerra de sicarios paramilitares, como lo van haciendo por todo el país. A fuerza de miedos inconfesados, debilidad política y pobreza humana, ya no saben hacer otra cosa.

La Jornada 24/02/08



Imposición gubernamental sobre el pueblo wixarika
Juan Cosío Candelario
(Vocero de Tuapurie y miembro de AJAGI)

Nadie ha solicitado una carretera, al menos las autoridades que la promocionan no han enseñado el documento de solicitud de una obra que está dañando profundamente a la madre tierra, donde hay lugares, animales y plantas sagradas. Desde que la comunidad de Tuapurie (Santa Catarina Cuexcomatitlán) supo que se construiría una carretera que pasaría por su territorio buscó información, ya que no se le pidió su aprobación para la construcción de ese proyecto carretero.
Por eso los malos gobiernos han insistido mucho en que los pueblos indígenas somos objetos y no sujetos de nuestro propio destino. El gobierno hace proyectos sin tomarse la molestia de recabar la opinión de los afectados directamente, argumentando “el bien y el progreso”, cuando en realidad lo que busca es desmembrar la organización interna y saquear las tierras, montes y aguas que existen en su territorio. Nosotros los wixaritari no queremos ese progreso, nosotros queremos una relación respetuosa con la madre tierra que está viva.
El 9 de septiembre de 2007 en una reunión extraordinaria para tratar temas de la cultura wixarika (huichol) en la localidad de Keuruwita (Las Latas), dentro de la comunidad de Tuapurie, se presentaron el secretario de Desarrollo Urbano en Jalisco (Sedeur), el delegado en la entidad de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y los presidentes municipales de Bolaños y Huejuquilla el Alto, los dos de Jalisco. Les informaron a los asistentes que estaba en proceso la construcción de una carretera que cruzaría por las tierras comunales de Tuapurie, afectando 19 kilómetros aproximadamente y que traería “muchos beneficios”. Es importante señalar que esta visita de los funcionarios se hizo pasando apenas unos pocos días de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) declarara que ese tramo carretero quedaba suspendido por presentar inconsistencias ambientales.
Los comuneros les contestamos que no fuimos consultados desde un principio, que no estábamos de acuerdo con ese proyecto y que no éramos mayoría en esa asamblea para tomar una decisión; acordamos discutirlo en la próxima asamblea ordinaria donde estuviera presente la mayoría y decidir si se aceptaba o rechazaba la carretera.
En la asamblea ordinaria de Tuapurie el 11 de noviembre del 2007 se supo que las autoridades agrarias fueron presionadas, perseguidas y hostigadas por los presidentes municipales de Bolaños, Mezquitic y Huejuquilla, acompañados con gente de la CDI y policías municipales, para firmar documentos que daban la anuencia para que se construyera la carretera. La asamblea, que es la máxima autoridad en la comunidad, desconoció lo que firmaron las autoridades, ya que se obtuvieron de forma ilegal, y emitió un documento que exigía a las autoridades involucradas que informaran a la comunidad al respecto, que entregaran el estudio de impacto ambiental y el cambio de uso de suelo. Se entregó al gobernador de Jalisco, al director de la Sedeur, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Jalisco y a la delegación de la Profepa.
Tres meses después, el 11 de febrero de 2008, la asamblea comunal decidió sesionar en el paraje denominado Ciénega de los Caballos, parando pacíficamente la maquinaria que estaba destruyendo la naturaleza para construir la carretera, y exigiendo se presentaran los funcionarios que la promovieron para decirles que cancelen la obra porque la comunidad, a través de su asamblea, no ha autorizado la carretera; hasta ahora los funcionarios titulares no han querido dar la cara a la comunidad.
Un documento que evidenció la forma como opera el gobierno para imponer sus proyectos a como dé lugar fue que elaboró una segunda convocatoria y su respectiva acta de asamblea apócrifas, es decir, falsificó esos documentos e indujo a las autoridades agrarias a firmarlas y sellarlas. Por estos hechos la comunidad demanda que sean investigados los responsables, destituidos de sus cargos y se les finquen responsabilidades.
Después de que la asamblea detuvo la carretera, el gobierno no ha hecho más que hostigar nuestro plantón con la visita constante de policías y el sobrevuelo de helicópteros militares; asimismo el presidente de Bolaños ha declarado que “quieran o no los huicholes, vamos a meter proyectos ecoturísticos”, mientras Emilio González Márquez asegura que no detendrá la carretera, que insistirá “hasta que convenza a los huicholes”
Las declaraciones y acciones del Estado mexicano son una amenaza de despojo, basadas en el desprecio a los pueblos originarios. A pesar de eso, hoy los pueblos indígenas seguimos vivos, despiertos, atentos y organizados, tejiendo redes y espacios como el Congreso Nacional Indígena.

lunes, marzo 17, 2008

La ultraderecha violenta a la Escuela Nacional de Antropología e Historia

El gobierno espurio, ilegítimo de origen, reproduce su esquema fascista en la ENAH al designar a Alejandro Villalobos como director de la escuela a pesar del visible rechazo de la comunidad.
Villalobos es sostenido con todo el cinismo del mundo por el director del INAH a sabiendas de que como arqueólogo... es un mediocre arquitecto.
Con el perfil del director espurio de la ENAH -igual que el pelele jefe de su jefe-, lo que la ultraderecha ignorante quiere señalar es que se privilegiará la conservación de sitios arqueológicos sobre la investigación: el perfil de egreso de las futuras generaciones de antropólogos será la de simples guías de turistas o cronistas de las "folkclóricas costumbres" de "nuestros inditos".
Con lo que no cuentan estos sombríos personajes es con que prevalecerá, pésele a quien le pese, el espíritu de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que siempre se ha distinguido por acompañar, difundir e investigar los procesos sociales de los pueblos no sólo de México, sino del mundo, contra la injusticia y la represión de los Estados totalitarios como el que ahora padecemos.
Ello al margen de que insistamos en la búsqueda de la autonomía de la ENAH, única en América Latina, pues en ella convergen diferentes disciplinas antropológicas, razón por la cual constituye una de las instituciones de educación superior de más alto prestigio, mismo que debe ser aquilatado en la búsqueda de modificar la figura de la Escuela, para que pueda convertirse en Universidad Autónoma con todos los beneficios académicos que ello conlleva, incluyendo, por supuesto, el que ningún funcionarete designado por gobiernos ilegítimos, arbitrariamente imponga a personajes mediocres e incapaces como directivos de la institución, sin consideración alguna sobre el alto perfil académico requerido para la naturaleza del puesto.
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La Jornada 8 de febrero de 2008
Imposición en la ENAH
Gilberto López y Rivas

La Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) es la prestigiada alma mater de numerosos científicos sociales mexicanos-latinoamericanos y de otras latitudes que se formaron en sus aulas con una concepción crítica y de compromiso social, con una historia de participación en los movimientos populares de nuestro país y de Nuestra América, y con una práctica de autogobiernos que a partir del influjo renovador del movimiento del 68 se impusieron de facto desde los años 70 a las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), su dependencia jerárquica institucional. En efecto, desde antes de instalarse en su sede actual en los terrenos de Cuicuilco (1979), el triunfador en elecciones universales, directas y secretas era reconocido por el INAH. Por cuatro años (1980-1984) a mí me correspondió ser el segundo director electo por la comunidad y después, nombrado institucionalmente por el connotado historiador Gastón García Cantú, quien –por cierto– en todo momento respetó la autonomía de la ENAH.
Sin embargo, a partir de la puesta en práctica de un controvertido Reglamento General Académico –a finales de los 80 y en el contexto de los retrocesos democráticos neoliberales– se establece una ponderación de los votos por sector y la presentación de una terna de la cual el director del INAH designa al director de la escuela. A pesar de esta regresión en el método electoral, se continuó la elección de los directores y aunque no siempre los “designados” representaron opciones gratas a los ojos de las respectivas autoridades del INAH, éstas tuvieron la “sensatez” de nombrar a quienes la comunidad había elegido por mayoría.
El proceso de auscultación por votación ponderada para elegir director de la ENAH para el periodo 2008-2011 lo inició su Consejo Técnico desde la segunda semana de julio de 2007. Se inscribieron tres candidatos que en términos generales representaban los intereses y expectativas de la comunidad: el historiador Gumersindo Vera, la antropóloga física Patricia Hernández y el arquitecto-arqueólogo Alejandro Villalobos. Hubo un significativo debate programado para los dos turnos el 13 de septiembre –cinco días antes de las votaciones–, en el que los tres candidatos se comprometieron ante el auditorio reunido a respetar el voto mayoritario y no aceptar una investidura sin este aval democrático. Villalobos, incluso, llegó a afirmar que él “tiene hijos y que no podría verlos a la cara si aceptaba el nombramiento sin haber ganado la votación”.
Finalmente, aunque el proceso electoral ponderado y general dio como ganador al candidato Vera, por primera vez en ya casi tres décadas, el director general actual del INAH, Alfonso de Maria y Campos, se inclinó por habilitar a Villalobos, quien olvidó convenientemente sus reticencias éticas electorales y aceptó el nombramiento el 12 de diciembre.
El día 13 de ese mes se dio la primera protesta en las oficinas centrales del INAH en la que su secretario técnico, Rafael Pérez Miranda, expuso a los inconformes el argumento de la legalidad formal de la designación de Villalobos, sin tomar en consideración compromisos anteriores, los usos y costumbres de la ENAH y demostrando una total incomprensión de las reglas del juego no escritas a lo largo de tantos años. La segunda protesta fue el día de la entrega de premios INAH el 17 de diciembre, cuando los policías del Museo Nacional de Antropología impidieron la entrada de los inconformes.
Desde que comenzó el semestre escolar en enero, se reanudaron tanto las acciones opositoras como los intentos por parte de las autoridades por legitimar la imposición de Villalobos. El movimiento de protesta clausuró simbólicamente las oficinas de la dirección y de la secretaría académica de la ENAH, que hasta ahora permanecen cerradas. Villalobos, por su parte, insiste en sus pretensiones de dirigir una institución que claramente no le dio el apoyo mayoritario. El día 9 de enero en que la plana mayor del INAH y sus invitados llegaron a dar “posesión” a Villalobos, se clausuraron los dos principales accesos a la ENAH; no obstante, al estilo Felipe Calderón, las autoridades del INAH, encabezadas por De Maria y Campos, entraron por la puerta de atrás, y en medio de los gritos de “fuera” y “espurio” intentaron bochornosa e infructuosamente hacer una ceremonia que diera cauce a la dirección ilegítima.
Ante ese evidente fracaso de las autoridades, el miércoles 30 de enero intentaron habilitar al director espurio instalando el Consejo Académico con el espaldarazo de Pérez Miranda, pero hubo una protesta con consignas alusivas e incluso un mariachi que cantó Las Golondrinas a Villalobos. El jueves 31 de ese mes, Rafael Pérez Miranda convocó a una reunión con objetivos de respaldo a la medida autoritaria en el Museo Nacional de Antropología con los profesores de tiempo completo; sin embargo, acudieron en su mayoría docentes temporales opositores que tampoco avalaron la “legalidad” de la investidura.
Desde el 9 al 13 de enero se realizaron asambleas de estudiantes, trabajadores y profesores para discutir y pronunciarse respecto al conflicto, y a partir del 14 de ese mes se conformó una asamblea general que después se convirtió en “permanente”. Se han expresado y escuchado las diferentes voces y se han tomado decisiones mayoritarias en lo que toca a las demandas centrales consensuadas: contra la imposición de Villalobos como director de la ENAH, por la modificación de su reglamento y la reposición del proceso electoral con reglas definidas, diálogo directo con el director general del INAH para resolver el conflicto, y, sobre todo, por la defensa de la Escuela Nacional de Antropología e Historia como una institución de educación superior democrática y pública.