Cuando el Estado patriarcal y capitalista reprime las luchas sociales utiliza un arma muy poderosa y destructiva: la violencia sexual contra las mujeres. Una vez más en la violencia sistemática ejecutada desde el 29 de octubre y recrudecida a partir del 25 de noviembre, para someter y reprimir la digna, valiente y legítima lucha de los pueblos de Oaxaca, el abuso y la violencia sexual han sido arma de intimidación y represión. Así queda demostrada la cada vez más indignante situación de injusticia, aplastamiento e impunidad que los poderosos pretenden ejercer sobre nuestros cuerpos y pensamientos, pretendiendo controlarnos, corrompernos, enajenarnos y doblegarnos.
La violencia sexual en una ofensiva como esta no es un dato aislado, pone en evidencia lo que pasa todos los días en total impunidad: la violencia y los crímenes contra las mujeres. La violencia contra las mujeres se “normaliza” en todos los espacios, incluido ahora el judicial, que ya no sólo tolera la violencia sexista, sino que la usa como forma sistemática de control. Es así como el cuerpo de las mujeres se utiliza para afianzar y demostrar el poder de los de arriba; violentando nuestros cuerpos para reprimir nuestros pensamientos. Las detenciones arbitrarias, la violencia y la tortura hacia las mujeres en Oaxaca, son algunos de los ejemplos del aumento de la violencia de estado contra las mujeres y de la impunidad de la que gozan los delincuentes en el poder.
Rechazamos rotundamente la violencia sexual que utiliza el cuerpo de las mujeres como botín de guerra. Denunciamos estas prácticas fascistas como violaciones de los derechos humanos que silencian y subordinan a las mujeres, al sembrar el terror y devastar la integridad física y psicológica de las mujeres y toda la sociedad. Nos solidarizamos con los pueblos oaxaqueños, en especial con las mujeres oaxaqueñas, desde la más humilde hasta la más visible, con sus luchas y su rebeldía que grandes enseñanzas deja al pueblo de México. Exigimos al estado mexicano el cese a la represión, la aparición con vida de las y los desaparecidos, la liberación de las y los presos, la cancelación de todas las órdenes de aprehensión y la salida inmediata de la PFP de Oaxaca.
La violencia sexual en una ofensiva como esta no es un dato aislado, pone en evidencia lo que pasa todos los días en total impunidad: la violencia y los crímenes contra las mujeres. La violencia contra las mujeres se “normaliza” en todos los espacios, incluido ahora el judicial, que ya no sólo tolera la violencia sexista, sino que la usa como forma sistemática de control. Es así como el cuerpo de las mujeres se utiliza para afianzar y demostrar el poder de los de arriba; violentando nuestros cuerpos para reprimir nuestros pensamientos. Las detenciones arbitrarias, la violencia y la tortura hacia las mujeres en Oaxaca, son algunos de los ejemplos del aumento de la violencia de estado contra las mujeres y de la impunidad de la que gozan los delincuentes en el poder.
Rechazamos rotundamente la violencia sexual que utiliza el cuerpo de las mujeres como botín de guerra. Denunciamos estas prácticas fascistas como violaciones de los derechos humanos que silencian y subordinan a las mujeres, al sembrar el terror y devastar la integridad física y psicológica de las mujeres y toda la sociedad. Nos solidarizamos con los pueblos oaxaqueños, en especial con las mujeres oaxaqueñas, desde la más humilde hasta la más visible, con sus luchas y su rebeldía que grandes enseñanzas deja al pueblo de México. Exigimos al estado mexicano el cese a la represión, la aparición con vida de las y los desaparecidos, la liberación de las y los presos, la cancelación de todas las órdenes de aprehensión y la salida inmediata de la PFP de Oaxaca.
Feminario de San Cristóbal de las Casas, Colectivo Feminista Mercedes Olivera, Colectivo Feminista Casa de Apoyo a la Mujer Ixim Antsetic, Colectivo W y Mujeres Insumisas Contra la Violencia.
Responsable de la publicación: Norma Cacho.